miércoles, 20 de junio de 2007

La columna del reverendo Prelle




Me quedaré aquí sentado tomado el vino de otro

Que me acompañe un reo, un asesino
un ladrón o tal vez Dios.
Al final de la historia
cuando deje de escuchar esta mente ebria
el silencio ocupará su espacio.

La gloria caerá sobre nosotros
como sombrero de copa.

Con los ojos en el suelo
el mismo vino, las mismas bocas
la misma historia
los mismos amigos tristes.

Todos seremos más poderosos
después de la lluvia.


Italo Prelle

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